Opositar requiere un esfuerzo personal importante. Por eso, a la hora de iniciar el estudio de una oposición es importante estar bien preparado.
Cada opositor debe tomar conciencia de su situación personal (laboral, familiar…) y organizar el estudio en torno a ella. No es lo mismo poder estudiar ocho horas al día que cuatro porque se tienen cargas familiares o se compagina con un trabajo. No tener estos aspectos en cuenta a la hora de planificar el estudio y compararse con otros, son los dos errores más comunes que puede cometer el opositor.
Realizar una adecuada planificación de tu tiempo.
Para que tu planificación sea efectiva y no se convierta en una fuente de frustración, debes ser honesto contigo mismo, y realizar una planificación lo más ajustada posible a la realidad. Cuando realices tu distribución semanal del tiempo, sé consciente de que van a surgir imprevistos, por ello, no seas excesivamente ambicioso con tu planificación, es preferible que, al principio, vayas a mínimos, en el sentido de destinar el mínimo tiempo posible para cada tarea. Ya habrá tiempo en las semanas siguientes para ajustar tu planificación.
Aprovechar al máximo el tiempo del que dispones.
Debes reflexionar sobre cuándo es el momento del día en el que estás más despierto y con más energía, pero lo importante es que no nos engañemos a nosotros mismos. Una de las primeras tareas que debes realizar si deseas preparar oposiciones con garantías es estudiarte bien a ti mismo, evaluar cuáles son los momentos en que estás más creativo y tienes más energía.
Utilizar técnicas de estudio.
A pesar de que la parte memorística tiene un peso importante en las oposiciones, no significa que tengas que releer los temas y repetirlos sin sentido. Es muy importante poner en práctica técnicas de estudio adecuadas: subrayados, resúmenes, mapas conceptuales, esquemas, reglas nemotécnicas, etc.
Tener una mentalidad positiva.
Preparar bien unas oposiciones implica una dedicación intensa durante muchos meses. Por ello, conviene dosificar fuerzas y plantearse objetivos parciales y premios de refuerzo durante todo el proceso de preparación.
Cuidar las condiciones ambientales del estudio.
Ten un horario prefijado e intenta cumplirlo siempre. Siéntate en una silla cómoda, (pero no demasiado) que te permita tener la espalda recta y haz ejercicios oculares periódicamente para descansar la vista.
Descansa.
El descanso es uno de los aspectos más importantes para preparar una oposición con éxito. Una cosa es renunciar a las actividades que más te distraen y otra muy distinta eliminar el ocio por completo. Para rendir bien, necesitas reservar algo de tiempo para ti. Asegúrate de dormir al menos entre 7 y 8 horas cada noche, tómate 10 minutos de descanso cada par de horas y dedica algo de tiempo cada día a algo que te guste.
Dejarse asesorar por profesionales.
Es necesario prever las necesidades de reforzar determinadas habilidades y competencias que no acabamos de dominar, recurriendo si es necesario a academias u otros profesionales.